Bisiestos

Hace poco leí que si no existieran los bisiestos en nuestro calendario hoy, en la fecha en que escribo esto, estaríamos en julio de 2021. Es decir el calendario tendría una desviación de prácticamente un año y medio respecto al verdadero año solar. 

A Julio César en 46 a.E.C. (a.c.) se le ocurrió la idea (me imagino que a sus astrónomos en realidad) de colocar días bisiestos.  El problema fue que el calendario juliano no era exacto: tenía un desfase de unos 11 minutos y 15 segundos respecto al año solar.   En un año esto no es nada, pero para 1582 esta diferencia llevaba acumulados 10 días de desfase.   Por ello, el papa Gregorio XIII instauró el calendario gregoriano, utilizado ampliamente en buena parte del mundo, y estableció que el 5 de octubre de aquel año (1582) pasaría a ser automáticamente el día 15 de octubre, transformándose así en el año más corto de la historia y así se corrigió el desfase.  Se estipuló que no todos los años divisibles por 4 serían bisiestos, sino que aquellos años llamados "Seculares" (en palabras simples, los años que terminan en "00") debían cumplir con el requisito de ser divisibles por 400 para ser bisiestos.  Es así como el año 1900 no fue bisiesto, pero el 2000 sí.  Así la diferencia con el verdadero año solar se reduce a sólo 26,9 segundos por año solamente, la cual se corrige 3 veces cada 400 años al eliminarse algunos bisiestos como el de 1800, 1900 o 2100.

En terminos prácticos, y en un comentario absolutamente personal, el año bisiesto significa un día más de trabajo por el mismo sueldo.    Pero sin ellos, hoy estaríamos en julio disfrutando del verano en el hemisferio sur. Aunque con el cambio climático es más o menos lo mismo.

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